martes, 27 de marzo de 2012

VIVA LA PEPA


El domingo gritaba ¡Viva Andalucía!. Alguna vez escribí sobre las andalucías, al menos tres, que de alguna manera, se tradujeron en los resultados electorales del domingo; pero no fielmente, es más compleja la diversidad social que la política. Esta tierra es rica en matices, simplificarla, reducirla al tópico es injusto, irreal y hasta grotesco y desatinado. Si alguien pudiera tener tiempo y oportunidad de hablar tranquilamente con una muestra representativa de andaluces, de conocerlos, se encontraría con sorpresa con lo peor y lo mejor a escasos metros de distancia; con el vacío de una respuesta absurda o con una sentencia digna de nuestro paisano Séneca. Se encontraría con un lameculos profesional o con un Espartaco resucitado. Se encontraría con el chistoso, el vividor y también con el estoico que maneja los silencios magistralmente y mata sin descabello con tres palabras certeras. Se encontraría con defensor de los derechos de pueblo, el que hizo posible la primera Constitución, con los que la traicionaron, los amantes del orden para el pueblo y desorden para ellos (Cayetano es un ejemplo) y con algunos ejemplos de los que éstos llamaban, ayer y hoy, en Madrid y en Cataluña, los "vivalapepa".
Resumiendo, somos el producto de nuestra historia. Hoy son días en los que el mejor pueblo llano grita Viva Andalucía Libre, porque hemos detenido al opresor y declarado el estado de esperanza. Mientras, el peor, el lacayo y el servil, el de "vivan las caenas", el de "dame pan y dime tonto", el que se quita la gorra ante el señorito a caballo en el cortijo y el que se monta en el autobus para ver a Felipe en el mitin de Dos Hermanas, (hay quienes hacen las dos cosas) se marcan un mutis, o se apuntan al Don Tancredo.
Sin embargo hoy, como en 1912, mi única Andalucía es la de los guerrilleros contra Napoleón, la de los maquis y bandoleros, la de los jornaleros de Casas Viejas, los Jubiles de Bujalance, o la de mi paisano el Capitán Chimeno al que cantó Pedro Garfías. Mi tierra es tierra de héroes y de traidores, un pueblo del que se puede esperan todo y nada.
Ojalá sea el comienzo de una etapa en la que mi pueblo sólo sea eso... PUEBLO,... con mayúculas. Sin heroicidades, porque no habrá traiciones. No podemos, una vez más, empezar a cantar por bulerías y terminar por martinete, o seguir del tanguillo a la saeta. De la noche de borrachera a la mañana de yugo.

sábado, 17 de marzo de 2012

ESPAÑA ¿UN PAÍS SERIO?

Hace unos años pensaban algunos que España era un país que podía estar con los del Club de los que gobiernan el mundo en el G7. Tanto Aznar como ZP pedían ser admitidos por sus/nuestros muchos méritos, junto a los más ricos. Ambos cabalgaban a lomos de la burbuja inmobiliaria y de la corrupción urbanística. Dijo ZP que nuestra banca no especulaba con el dinero de los impositores, ni distribuía basura financiera. Mintió.


España es un país serio, dice ahora Rajoy. Un país serio es el que tiene un gobierno que obedece a los poderes financieros y se hace obedecer por sus confiados habitantes, aunque haya uno de cada cuatro que no encuentra trabajo.


No quiero que mi país sea de ningún club de atracadores, no quiero que mi país sea serio gracias a la angustia vital de sus habitantes que siente el peligro del desempleo si lo tienen, y de la pérdida de su vivienda si no lo tienen, o de servicios esenciales como sanidad y educación, en ambos casos. Quiero un país de gente trabajadora con derechos y responsabilidades, que disfrute de un marco seguro para una vida digna con el esfuerzo de todos. Un país donde el que no cumple con su obligación o se corrompa no sea recompensado por ello, sino que sea apartado y pague por ello. Un país será serio cuando los ciudadanos tengan derecho a conocer y DECIDIR lo que pasa; a no ser manipulados para que elijan políticos, pero nunca las políticas que aplican. Un país es serio cuando es democrático y justo, cuando las leyes se cumplen y nadie está por encima de ellas. Es serio cuando se perdona al poderoso que delinque, defrauda o prevarica, pero se asume que el débil es el culpable por querer vivir dignamente, porque la dignidad está "por encima de nuestras posibilidades".


Un país es serio cuando se reconoce en su pasado, cuando lo asume y no lo esconde vergonzantemente, cuando lo afronta y lo resuelve para que no lastre su futuro. Los que tenemos edad para recordar sabemos cuanto se están pareciendo nuestro pasado y nuestro presente. Es incluso peor en muchos tajos, en la angustia por el futuro, en la menor conciencia de las causas y consecuencias de lo que pasa.


Hoy es más difícil ponerle cara al que nos oprime, más fácil equivocarse, o que nos equivoquen. Tan es así que los culpables de esta estafa que llaman crisis se están descojonando por haber convencido a la mayoría de los que votan, con pingües beneficios, de que la culpa es de un pánfilo llamado José Luis Rodríguez Zapatero. Ese juguete roto que ya no les sirve.

sábado, 10 de marzo de 2012

LAS URNAS CONTRA LA ESTAFA


En democracia real no habría mejor sentencia que la de las urnas, con lo que tenemos el pueblo debe decir lo poco que le dejan, y defenderse no votando a los culpables de la esta monumental estafa que ellos llaman crisis.

A los que dejaron a sus anchas y sin control alguno a los bancos para que, con nuestro dinero sin exponer nada del de sus accionistas, inflaran la burbuja inmobiliaria, hicieran inaccesible la vivienda, incentivaran el abandono de la formación de los jóvenes y su incorporación al trabajo en la construcción. A los que dejaron "vender" productos financieros destinados a la estafa masiva para los ahorradores. A los que les dejan libres de imponer condiciones abusivas, comisiones a discreción etc.

A los que salvan a los bancos con nuestro dinero, con el aumento de la deuda y el destinado a los servicios públicos esenciales y a amparar a los que necesitan protección social.

A los que dictan leyes procesales destinadas a que nadie se pueda defender de la estafa inmobiliaria, y que cientos de miles de familias pierdan lo pagado, su vivienda y su esperanza de un futuro sin hipotecas.

A los que modifican la constitución para que paguemos durante generaciones las deudas generadas por políticos y banqueros con recortes sociales y de derechos.

A los que han convertido el derecho al trabajo con derechos, en algo inalcanzable, o a extinguir. A los que de hecho han consagrado el poder del empresario a tener esclavos y un ejercito de parados de reserva que esperan ser esclavizados.

A los que han pervertido la democracia formal en un sistema corrupto al servicio de corruptos poderes financieros, enemigos de la Humanidad.