lunes, 27 de febrero de 2012

ESTAFA GLOBAL


La estrategia más evidente de los gobiernos al servicio del capital es la que consiste en el reparto social de los daños y perjuicios económicos, sociales y medioambientales, para garantizar en el ámbito privado la acumulación de capital cada vez en menos manos. No está en crisis este sistema, está en pleno funcionamiento, es decir, la socialización de los perjuicios está coincidiendo con movimientos especulativos y de toma de posición estratégica de los mercados, que conocen perfectamente donde colocar el dinero (el que nos han robado previamente) para que siempre el que corre los riegos seamos los que nunca quisimos otra cosa que vivir dignamente.


Cada parado, cada desahuciado, cada recorte en servicios públicos, cada subida de productos básicos, de impuestos, cada comisión bancaria, cada cobro indebido de una compañía, cada represión en las protestas es el precio social que pagamos todos, por imposición de gobiernos títeres o bajo su amparo. Estamos saneando bancos privados con nuestro dinero, el dinero público, no nos engañemos, no se obtiene de los fondos especulativos, sino de las rentas del trabajo. La economía real, la economía productiva de bienes y servicios está al servicio de la especulación financiera. Cuando los mercados intercambian dinero para obtener más dinero, en realidad se están siempre jugando el dinero de todos, que es el único que se pierde cuando llegan las crisis-estafa.


Las participaciones preferentes que sólo en Andalucía han dejado sin ahorros a 65.000 andaluces, son sólo un ejemplo de los muchos tinglados. Pero el mismo sistema capitalista es un chiringuito financiero global en que, sí o sí, la inmensa mayoría termina siendo estafada. Cada euro en manos de la gente está en la diana de los depredadores. El sistema está organizado para que nadie que no colabore con ellos pueda sobrevivir, para que la gente compita por estar dentro de su maquinaria infernal, a costa de no vivir una vida digna, si colabora, y de perecer si pierde en esa competición.


La única salida es la conciencia y la solidaridad global para crear una economía al servicio de las necesidades humanas y del planeta. Ese es el reto de la Humanidad, del único que no se habla en el G-20, salvo para evitar que lo realicemos.


Hoy vemos la cara de la estafa y la mentira cuando vemos ir al Juzgado a Urdangarín. Me pregunto: ¿Qué hay de estafa en la monarquía, en el poder ejecutivo, legislativo y judicial español, en nuestra democracia?. ¿Podemos confiar en las instituciones europeas, en el FMI, en la ONU? ¿Cómo podemos llamar a la actividad de las bolsas, las agencias de calificación, las multinacionales de todo tipo?. ¿No serán todas las guerras, las crisis, las falsas democracias y las revoluciones de diseño una GRAN ESTAFA? ¿Vivimos dentro de una estafa sistemática y global?

martes, 21 de febrero de 2012

ÍNTIMO PARTE DE GUERRA


Me gustaría compartir algunas vivencias con un objetivo: demostrar que no sólo se nos agrede desde la legislación o la decisiones ejecutivas de las instituciones. Como si de una campaña organizada se tratara se nos quiere sumergir en un estado de shok a base de golpes que nos lleven a un estado de abandono de nosotros mismos. En esa campaña se han podido unir los bancos, las compañías telefónicas, las empresas de energía, las de seguros, de una manera coordinada con los continuos golpes del gobierno y los mercados.


Os cuento en primer lugar el caso de una familia que hipoteca su casa para operar a su hijo de un tumor cerebral pagando el viaje y la intervención de un neurocirujano infantil suizo (150.000 euros). Está claro que es un caso de alguien que ha querido vivir por encima de sus posibilidades. El marido queda en paro, a ella le reducen la jornada y el sueldo. Acuerda con el banco que éste le dé un crédito personal que cubra los impagos temporales, y que comenzaría a pagar en octubre de este año. Encuentran trabajo y van ingresando cantidades, pero el banco las aplica anticipadamente al pago del crédito personal y deja impagada la hipoteca. La familia reúne la cantidad que según el banco se debe de la hipoteca, pero el banco no la acepta porque ha declarado vencido todo el crédito hipotecario, que le reclama en un burofax, y el resto del crédito personal del que no ha vencido ni la primera cuota. Ayer se concentraron en la oficina para exigir una negociación los convocados por el Grupo Stop Desahucios. Hoy se ha presentado un escrito al banco, exigiendo el cumplimiento de lo acordado y mostrando la disposición al pago de lo vencido.


El viernes tuve el despacho un caso muy típico y extendido, un atraco de una compañía de comunicación, que en este caso es ONO. Este hombre, médico de profesión pero jubilado con 78 años, se cambia de proveedor de teléfono fijo, adsl y televisión, de ONO a Vodafone en abril del año pasado. Como hace la portabilidad de un teléfono le dicen que queda dado de baja de ONO. No obstante llama a ONO para comunicar la baja. En noviembre descubre que siguen cobrándole de ONO, que ha pagado más de 500 euros en esos meses. Manda una carta con acuse de recibo pidiendo que de una vez le den de baja, aconsejado por la OCU, y da orden al banco de que no pague un duro más a ONO. Me trae una reclamación de 203 euros de meses posteriores. Está recibiendo un acoso tremendo por teléfono y carta para que pague. Si no es por su nuera, ya lo habría pagado.


Este mismo amigo-cliente, me llama ayer porque ha recibido una carta de ENDESA, que le pide rellene, firme y devuelva un contrato, cuando se informa para comprobar que es una actualización del anterior, le dicen que él ha solicitado los servicios de gas de esa compañía, cosa que no ha ocurrido porque la tiene con Gas Natural.


La semana pasada un cliente sentado en un bar me insistió en que me tomara una cerveza, precisamente cuando me levantaba de una mesa del mismo bar en la que celebraba con la letrada de Cajasur que se había suspendido la subasta de otro afectado por la hipoteca. La acepté pero no imaginaba que un señor que hablaba de pie a poca distancia con otros que sé que son directivos de bancos, estaba en la misma mesa de mi cliente, como me anticipó éste. Mientras escuchaba las explicaciones sobre quién era, observaba como el susodicho con una actitud segura, casi chulesca, respondía con negativas a los señores de los bancos. Al poco se sienta, nos presentan. Aprovechando que este cliente desconoce mis opiniones y mis actuaciones, tuve una lección práctica en directo, de como el capital especulativo extranjero está comprando el producto de los cientos de miles de desahucios, a precio de saldo. El negocio es tremendo, repugnante.


No concreto más por motivos evidentes, pero os aseguro que los detalles que, discretamente, pude sacar al autor, son escalofriantes. Aunque nada que no podáis imaginar, cuando lo compruebas de primera mano, el impacto no te lo quita nadie.


Nos han declarado la guerra total de la que desconocemos su profundidad, sólo sentimos los golpes cada día. Este ha sido mi parte de guerra de hoy.