sábado, 29 de noviembre de 2014

MI VIDA Y LA POLÍTICA


Soy hijo de jornaleros. Mi padre era de la Carlota, pueblo al que vinieron colonos centroeuropeos. Mi madre y su familia vinieron a Córdoba de la Almería del  esparto antes de la Guerra. Desde niño trabajé y estudié. Guardé pavos y cabras, al mismo tiempo que estudiaba por libre el bachillerato elemental, hasta que un favor a mi padre me permitió ir diariamente al instituto de la Carlota donde lo terminé y obtuve dos becas, para seguir. Elegí ir a la Universidad Laboral de Sevilla, con catorce años. Allí hice bachiller superior, COU y comencé las carreras de Psicología y Derecho, pues tenía dudas entre ellas. En el segundo trimestre me decanté por  Derecho. A pesar de las becas, mi familia no se podía permitir prescindir de mis ingresos por lo que trabajaba siempre en vacaciones en el campo y, a veces de camarero en las ferias. En Sevilla fui árbitro de fútbol, para tener para mis gastos durante el curso. Desde que gané mi primer sueldo de 100 pesetas con 12 años en el campo, he dado clases particulares, he sido albañil y socio de una cooperativa de construcción tres años,  agente comercial 15 años y abogado porque finalmente pude terminar, del 92 al 95, los dos cursos de derecho que me quedaban, y me colegié en el 98, a los cuarenta años.

FINAL DEL FRANQUISMO Y TRANSICIÓN

En política entré por atreverme a poner una pancarta a Rafael Cabello de Alba, Ministro de Hacienda de Franco el 6 de julio de 1975. Pedía agua potable, alcantarillado, médico, formación, y mejores condiciones de vida. “La realidad está fuera de su recorrido era la última frase”, era la última frase de una pancarta que era un discurso. Fui detenido e interrogado por alguien que después fue miembro de la Mesa del Parlamento Andaluz y Senador por el PP. Mi casa y la de todos mis amigos fueron registradas. Pidieron informes míos a la Universidad Laboral de Sevilla, pero, afortunadamente, mi labor de apostolado en el Polígono Sur (hoy las 3.000), Torreblanca, Bellavista y Cerro del Águila, me granjearon un buen informe. Sí, iba para cura pero me desvié.  En diciembre de ese mismo año, contactó conmigo el Partido Comunista en la clandestinidad y me afilié. Conocí a una gente maravillosa, sacrificada y generosa hasta extremos que hoy aún me resultan increíbles. Era mi primer curso universitario en Sevilla, pero en mi Facultad de Derecho estudiaban los cachorros del franquismos andaluz, pero allí mi prioridad eran los estudios de dos carreras y seguir con la beca. Fue en Córdoba, el segundo año, cuando me integré algo en el movimiento estudiantil, pero ya era líder sindical de CCOO del Campo y, por poco tiempo,  Secretario Comarcal del PCE en el bajo Guadalquivir. Participé en las luchas jornaleras de Palma del Río, y desde mi pueblo, encabecé la única huelga que se ha hecho en el cortijo Moratalla, con el único piquete que ha entrado nunca en ese cortijo (el SAT entro en el Palacio de otro dueño). Fue pocos días después de las primeras elecciones generales el 15 de mayo de 1977, y  como es lógico los once fuimos detenidos y yo ligeramente “maltratado”, en Posadas. Pero en esa época 1976 a 77, fueron seis las veces que, por pedir la legalización del PCE y CCOO, participando en mítines, vender Mundo Obrero, o organizar demandas colectivas, anduve el camino al cuartel. Al final, se les acababan las preguntas, pero tenían que tenerme allí unas horas, llegué a confraternizar con un cabo primero, aprovechaba para intentar democratizarlos, y un compañero me dijo una vez que si quería afiliarlos al PCE.  Curiosamente, en esos tiempos de vértigo, un tiempo después, tuve en mis manos un borrador de la AUGC.



MOVIMIENTOS VECINALES.-
En el movimiento vecinal, en mi pueblo, fui promotor de una especie de mutua asociada a la Asociación de Vecinos, por la que, hoy en tres aldeas, nadie paga seguro de defunción y los socios tienen esos gastos funerarios cubiertos con la pequeña cuota proporcional a la suma de los años de los miembros de la familia.
Desde 1999 a 2009, defendiendo a las diez Asociaciones de Ochavillo, llevé la constitución de la Entidad Local Autónoma de Ochavillo del Río. El mismo día que cumplí 50 años, el TSJA estimó mi recurso contencioso contra la Junta por el que se ha constituido el Ayuntamiento de mi pueblo.

En Córdoba, en el Parque Figueroa, participé en la Junta Directiva que inició las primeras experiencias de construcción vecinal de aparcamientos subterráneos e instalación de ascensores en los bloques. He sido dos veces directivo del Club Figueroa (en el 96-97 como presidente), forzado por muchos socios para sacar las dos veces al Club de situaciones muy graves.


INSTITUCIONAL Y CARGOS ORGÁNICOS
En lo institucional, en las primeras elecciones municipales, desde el PCE, propuse la redacción del programa en Asambleas de las 10 aldeas para detectar problemas, proponer soluciones y animar a los ciudadanos a integrarse en la candidatura, elegida igualmente en Asamblea. Tuve problemas con el Comité provincial del PCE, pero la experiencia sirvió para que muchos independientes quisieran ir finalmente con esas siglas. Con 19 años, no acepté encabezar la candidatura, fui el cuarto de la lista, y fueron tres los elegidos. El PSOE (al que ingenuamente ayudé con los trámites de su candidatura a que se presentara) obtuvo cuatro. Gobernamos en coalición, pero la traición de nuestro cabeza de lista que se pasó al PSOE, rompió la coalición. Pasado el tiempo, aquella experiencia revivió en 2003, con una candidatura unitaria y vecinal llamada  OLIVO, que ganó las elecciones a un alcalde corrupto, como ha quedado ya acreditado mediante cuatro querellas que inicié como abogado, de las que, en los dos primeros juicios, los menos graves, ya acumula 5 años de prisión; los mismos que el Secretario municipal.

En cuanto a cargos orgánicos, en 1984 estuve en el Comité Provincial del PCE, llevando el área de Agricultura, que organizó la primera y única Conferencia Agraria del PCA en Aguilar de la Frontera. Recorrí, sin sueldo y pagando los gastos de mi bolsillo, toda la provincia con mi amigo José Alonso Cervilla, secretario de COAG. Participé en Convocatoria por Andalucía en el Área de Economía. Estuve en  Asamblea constituyente de IU, en la primera Conferencia sobre Europa, donde el equipo de economistas y expertos, fijaron las posiciones que Julio siempre ha defendido. Me marcó la sabiduría y humildad de Salvador Jové, quien como eurodiputado fuera reconocido sin fisuras, como el gran defensor del aceite de oliva español. Forzado por las circunstancias del relevo inesperado de Ernesto Caballero, desempeñé durante un año el cargo de Responsable de Política Institucional de IUCA, en Córdoba. Fue la etapa política más intensa de mi vida y al final la más decepcionante. Me quedo con que desde bambalinas, pude desbloquear con el PSOE la elección del primer Gerente de Urbanismo de la ciudad que llevaba dos años paralizando dos años la puesta en marcha del PGOU, pactando con el PSOE también para quitar al PP la alcaldía de Bujalance, una situación irregular y enquistada. Coordiné en ese año tres campañas electorales (primeras europeas, generales y andaluzas), en las que IU llegó a obtener sus mejores resultados y un senador de elección directa. Se unificaron políticas sectoriales en lo municipal y tuve el desagradable deber de proponer la expulsión de cinco concejales, y un Alcalde, que como fuera mantenido en contra de la ética obligada, me forzó a plantearme la disyuntiva de denunciarlo o dimitir. Elegí lo segundo. Fue un error que el pueblo resolvió con su voto en las elecciones siguientes, que me dejó una huella profunda. La persistencia en poner lo personal antes que lo colectivo, lo institucional sobre la coherencia de todo el proyecto, me llevó a la sensación de impotencia permanente, para cambiar nada, para mantenerme coherente. Con un dolor tremendo abandoné sin decir nada, sin tramitar baja alguna, en 1997 el PCE e IU.
He mantenido, y creo mantener, muchos afectos, muchas complicidades entre aquellos camaradas a los que encontré en 1975 en la clandestinidad de un arroyo de la aldea de Silillos, donde recibí un carnet cuadrado con una hoz y un martillo de manos de Filomeno Aparicio Lobo, quien junto a Miguel Galadí representaban al Comité Provincial de más altura de España. Entonces Julio Anguita era uno más. No es este el momento para tratar sobre la tragedia griega, del desmontaje de aquel gran partido, del PARTIDO, al que no le hacían falta apellidos. Aquel al que se incorporaban los mejores intelectuales, los activistas más comprometidos, que unía todas las causas, que fue hegemónico en los peores tiempos y prácticamente (auto)inmolado ante otros protagonismos emergentes.

DESDE EL 15M

         Cuanta gente ha dicho que el 15M les dio vida. Ese fue mi caso. Venía de que mi mayor éxito profesional me llevara a la mayor derrota personal. Mi pueblo tenía ayuntamiento, lo gobernaba IU, pero ni siquiera me invitaron a su constitución, ni hasta hoy me han pagado un duro por diez años de lucha para conseguirlo. Ese era el precio por decir lo que pensaba y defender que lo que era una herramienta para el pueblo, no fuese un botín para cuatro.

          En esa encrucijada estaba, cuando en marzo y abril de 2011, me uno a la causa de un discapacitado llamado José Luis Burgos que estuvo, en dos ocasiones, haciendo huelga de hambre ante el Banco de Santander en Barcelona, y decidió peregrinar por España uniendo voluntades contra la Banca. Le organicé su paso por Córdoba y conocí  el sufrimiento de los hipotecados. A mediados de Mayo de 2011, salta la chispa y las calles y las plazas se visten de rebeldía y esperanza; de gritos contra políticos y banqueros. Esos que han convertido en trincheras las puertas de las casas de la gente honrada, engañada y saqueada. Ese fue el discreto mensaje que llevé a la Acampada Bulevar. Pero había otras cuestiones que debatir, mucha ilusión que administrar, muchas diferencias que costaba centrar en ese objetivo.  Al fin de un taller que dimos Pepe Coy y yo, surgió el Grupo Stop Desahucios 15M Córdoba. Estuve año y medio como asesor, la mayor parte, en los comienzos, como único asesor. La creciente movilización y la apertura de nuevas vías jurídicas que un grupo de abogados de todo el país fuimos abriendo y compartiendo, rescató a las familias que llegaban al calor de los éxitos, de la brecha que nos fuimos abriendo en los medios, de iniciativas como la ILP. Pero el éxito atrae y un día llegué a una Asamblea en la que ya era evidente la penetración partidaria de IU y PSOE. El 3 de junio de 2012 nos convocamos en Málaga por primera vez todas las plataformas.  Todas las propuestas que llevábamos de Córdoba fueran aprobadas para ser planteadas a Elena Cortés. Después de ser aceptadas el 31 de julio en la Corrala la Utopía, el parto se retrasó hasta marzo de 2013. El impuesto a la vivienda desocupada se transformó en posibles sanciones a los bancos que si son recurridas no quedarían en nada eficaz. La expropiación de uso era excepcional y muy reducida y estrecha la posibilidad de una familia de ser beneficiaria. El derecho de tanteo y retracto a favor de la administración y/o el ejecutado, ni siquiera planteada para evitar la intervención de los fondos buitre. Mis críticas, junto a la denuncia a un intruso que sin ser letrado fue propuesto por el jefe de gabinete de la propia Elena Cortés, y mi convalecencia de un problema cardiaco, me hicieron presa fácil de unos métodos a los que, últimamente, también en otros ámbitos,  me he tenido que ir acostumbrando. Me quedo con la enorme satisfacción de las familias que he conocido, a las que sigo atendiendo mediante el mejor instrumento que en toda España tienen los afectados por la estafa hipotecaria: el turno especial hipotecario del Colegio de Abogados de Córdoba, pionero y único hasta que hace dos meses le ha seguido el colegio de Barcelona. Esa ha sido, por su eficacia, la mejor aportación a la que he podido contribuir desde mi influencia para crear el turno especial junto a la Comisión de Derecho Hipotecario.
Después vino el Colectivo Prometeo, el Frente Cívico Somos Mayoría, el Frente Jurídico del Frente Cívico, y, como concreción, mi personación como acusación en el caso Noos. Esa historia está pendiente de escribir, en un tiempo adecuado, es decir, cuando termine.
Como veo que la chapa amenaza con ser insoportable, para los masoquistas que quieran conocer más de mis ideas y propuestas, les dejo mi blog PODER CIUDADANO http://milandelgado.blogspot.com.es/ . Mi actividad en las redes se puede ver en las notas de mi FB, y en él hay muchas entradas y artículos, que no he tenido tiempo de pasar a Notas o Blog.
Recomiendo en él mi propuesta de reforma de la Ley Electoral que fue asumida por el FRENTE CÍVICO SOMOS MAYORÍA, el Manifiesto para la creación de un FRENTE JURÍDICO EN EL FCSM, que sirvió de borrador para el debate y aprobación del Círculo sectorial, PODEMOS JUSTICIA, del documento sobre LÍNEAS DE TRABAJO de dicho círculo, y una propuesta de resolución sobre apertura de investigación en todas las Cajas de Ahorro.

Como abogado he intentado ponerme siempre al servicio de los débiles y perseguidos, al servicio gratuitamente de muchas de las causas justas. Además del derecho a la vivienda, de la defensa de la autonomía municipal y de las Entidades Locales Autónomas, a las que me he referido, profesionalmente, me especialicé en la defensa de los arrendatarios, llevando asuntos contra de los grandes terratenientes, entre ellos la Duquesa de Alba y el Obispo de Cádiz. Alguna vez también en procesos penales defendí a activistas de la recuperación de los caminos públicos, como Desalambrar. Desde hace unas semanas, asesoro a una plataforma para la recuperación de las aguas termales de Alhama de Granada, como un bien comunal, después de su apropiación privada.
Como ya he dicho, he intentado ir, personal y profesionalmente,  contra la corrupción.  Cuando se me ha dado esa posibilidad me encanta crecerme ante los que se consideran dioses inalcanzables. Pero también saben, quien me ha querido mal, que no sé defenderme de los que creo que van a mi lado, de los considero “los míos”.


MOTIVACIÓN PARA PRESENTARME

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  Sé que tengo alguna experiencia en oponerme a lo que siempre fue viejo, por mucho que los ropajes sean de última moda. Me considero de los relativamente pocos que combatimos contra las injusticias que hoy sufrimos, de los que no se consideran imprescindibles, pero también se niegan a que algunos los consideren culpables. Somos, como todos, victimas de derrotas colectivas, pero al menos somos de los luchamos y perdimos, mientras la mayoría creía que estaba ganando. Fuimos de los que llevamos mucho tiempo intentando lo que ahora se cree nuevo, pero que no lo es tanto, si prescindimos de las aportaciones de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Entre los que sabemos ya mil formas de errar, de que lo que se proyecta como nuevo termine siendo una nueva versión de lo viejo, me considero alumno aventajado. También estaré siempre entre los que nunca aprenderá a resignarse ante la barbarie y se ilusionarán con cada brizna de hierba que nazca en el desierto.


Reconozco que tengo defectos evidentes que se reflejan en este mismo escrito. A pesar de ser todo cierto, no deja de ser una reivindicación ante mi mismo, de mi derecho a reivindicar mis propias y queridas derrotas,  de, simplemente, afirmar que lo intenté de buena fe. De pedir una última oportunidad para ayudar a quienes están destinados a seguir. Lo hago porque creo en la gente decente y consciente que ama su ciudad y su país; en esa energía nueva de la juventud, en la inteligencia colectiva, en la capacidad del ser humano de salvarse con la fuerza de la solidaridad.

En definitiva, como ha habido demasiados incautos que me han animado, os animo yo a tod@s, candidatos o no, a dar la cara; a hacer vuestra parte, a dar ánimos también a mis compañeras y compañeros candidat@s para que este proceso sea una suma de energía positiva en la que ganemos colectivamente. Porque es esa la única manera de ganar.
Quiero expresar que veo en el ambiente, en la gran cantidad de personas a las que he encontrado en PODEMOS esas enormes ganas de aprovechar esta oportunidad colectiva para ayudar a transformar en sonrisas los miedos y el dolor de tanta gente, durante tantos años.
Algunos, además, queremos darle sentido a tantas vidas entregadas. Queremos tener tiempo para ver abiertas las alamedas del futuro. Algunos, además, ese día quisiéramos llorar por los ausentes.







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